Entradas

Mostrando entradas de junio, 2014

Hermano andino

Imagen
Hermano de las horas sin sueño, en la estrella colmada del amancay serrano, yo brindo por tu vuelta, por tu sangre andariega, por tu sed de camino, tu guitarra y tus manos. Salud, querido amigo, desde mi origen indio donde los dioses beben desde los ojos mansos, donde las lluvias besan la tierra embarazada y los vientos labriegos parcelan los airampos. ¡Quién no estiba distancias en el tiempo y la vida nunca ansía un retorno ni reclama un espacio! El hombre es una avispa de nectar trashumante

El tiempo del duende

Imagen
Siempre pulsando para el viaje que crea, resuelve, inventa, tiende puentes- le dijo el joven al duende. Y el duende asintió. Dijo que sí con la sonrisa. Dijo que sí con su silencio de trébol. Y nosotros somos uno más. Siempre tendido. Silencioso pero real. Tácito y querido. Abracero de palabras, de canciones con chispa, del don de gente sencilla que despierta el compañero y fraterno hasta luego porque siempre nos estaremos reencontrando. En otro carnaval. Total -aún tan cierto como la amistad del cerro y el duende- es que el tiempo está después. Lo escuchaste no? dijo el duende y se fundió con el paisaje verde. Matías Kraber Me gusta

La música de los hermanos

Imagen
Son cuatro. De padres santiagueños pero criados en Los Hornos y atravesados por la academia musical platense. Heredaron la música de un tatarabuelo, la perfeccionaron y hoy llevan el legado del folclore latinoamericano del Chango Farías Gómez   Por MATIAS KRABER  Alguna leyenda no muy lejana debería decir que la familia de músicos son pájaros viajeros del tiempo con las arrugas de la tierra, el pico de la magia y la yerba de las costumbres. Entibian almas que se vuelven frías con el repiqueteo del bombo, cuerdas con pulso de artesanos y una voz de madre naturaleza acompañada por un coro de hermanos. Los genes como herencia gaucha y la música como marca de un camino largo. Primero el folclore y el tango, después el jazz, y lo latino, hasta que apareció el Chango Farías Gómez -que no es pariente sino una casualidad del destino- los tocó con su vara de chaman e hizo síntesis para siempre.  SINTESIS FAMILIAR  Ellos son Los Gómez y acá en La Plata, en Los Hornos, o en el mundo de la

El casi nunca

Imagen
Aún peor que la convicción del no y la incertidumbre del tal vez es la desilusión de un casi. Es el casi el que incomoda, que entristece, que mata trayendo a la memoria todo lo que podría haber sido y no fue. Quien casi ganó aún juega, quien casi aprobó aún estudia, quien casi murió está vivo,   quien casi amó no amó. Basta pensar en las oportunidades que se escaparon por los dedos, en las oportuni dades que se pierden por miedo, en las ideas que nunca saldrán del papel por esa maldita manía de vivir en el otoño. Algunas veces me pregunto qué nos lleva a escoger una vida tibia; o mejor no me pregunto, me contesto. La respuesta la sé de memoria, está estampada en la distancia y tristeza de las sonrisas, en la flojedad de un abrazo, en la indiferencia de un buen día casi susurrado. Sobra cobardía y falta coraje hasta para ser feliz. Si la virtud estuviese a medio terminar el mar no tendría olas, los días serían nublados el arco iris tendría colores grisáceos. Preferir la derrota previa a

Postal Tayrona

Imagen
El arte ahí tiene color esmeralda. Una piedra furiosa que late con sus olas. Unos pájaros que saben reciclar el agua en su pico, y más tarde se van a mirar su propio crepúsculo en la orilla del mar. Unas plantas que emanan espíritu de cambio. Simpleza de norte con energía de mujer. Faros del caribe que prenden sus ojos y quitan sus vendas. Pescadores sentipensantes mostrando los señuelos de la vida con magia. Aquí y ahora un edén que existe.