Catarsis palermeana
La catarsis Palermeana de alguien que no es de Boca ni de Estudiantes pero sí hincha del fútbol que hace gritar goles sacando la cabeza por la ventana. Relato homenaje del retiro menos esperado por todos Él los hizo a todos. Con la rodilla vidriosa en el 3 a 0 a River por la Copa Libertadores en La Bombonera o con un frentazo de la mitad de la cancha al arquero Germán Montoya para el gol de la victoria frente a un Vélez imbatible. O el número 100 a Colón con los ligamentos bien rotos o los dos a Banfield en 2006 con los ojos hinchados de tristeza por ese hijo que se fue. Él pasó 3 veces por el quirófano y volvió a pisar el área una y otra vez a una edad en la que Sebastián Rambert o Diego Cagna o Luís Zubeldía llevan más de 3 años en el banco de suplentes como técnicos o ayudantes de campo. Él erró 3 penales en un partido de Argentina y volvió para romper con un cliché grande como una casa: con 36 años ser el jugador de fútbol más veterano para debutar en un mundial.