Disgresiones

Que el insomnio. Que el amor. Que la soledad o los viajes. Que el trabajo. Que la música. Que escribir ¿Para quién, para qué? Uno juega a ciegas una carrera con la originalidad ¿Qué es lo original? ¿Escribir sin pensar? ¿Echar mano a los sentidos para escribir? La poesía es volverse un poco loco. Es dejarse llorar con las venas. Sentir el ruido de los pájaros mojados en alguna jaula. Oír el gemido de los gatos en celo. Después, ordenar el caos. Ir sacando piezas de la Torre de Babel que es un yenga. Un maldito equilibrio. Un ajedrez al borde del abismo. Un cuchillo sin punta. Cada vez que termina una película que me gusta, me siento más solo. Siempre. Como si apareciera un cuervo por la ventana, se colase por las ranuras y se quedara en mi hombro para graznarme toda la noche. Al principio le temía. No me gustaba su presencia. Ahora lo toreo. Juego con la capa roja mientras él danza por el techo de mi cuarto. Lo veo juntar carrera como un pelícano y zambullirse otra vez a mi h...