Oda a la soda

Bendita sea el agua nerviosa. Ésta electricidad primero en la boca y después en la garganta que reclama un tono milonguero de mi mayor. Aliada del vino, prima del café, plumero de la resaca. Soda, sodita, sodasa tengo la certeza que jamás te pasarás de moda. Escucharte salir disparada tras un gatillo de sifón es música, y después sentir tus pequeñas anguilas eléctricas en el paladar son tu pequeño aporte con la vida: "buenos días, buenas tardes, buenas noches; por acá pasó la soda".