Quema uña botija

Lunfardo yorugua, idioma del Río de La Plata que funde y confunde fronteras mientras se oye el repiqueteo del gotan que suena a milonga urbana y trae un poco la mística de Edmundo Rivero, más que de un Alfredo Zitarrosa o Miguel el Sabalero.
No hay borrachos con flores, mas sí hay gurices en ronda que esperan a que el troesma lo pique con la mano diestra, lo enrolle en una seda con goma y tras pegarlo con los labios y darle mecha, lo haga girar hasta el final. “Va a tener que ser a quema uña porque acá achique no hay”, cantan arrabaleros los Ricacosa mientras inflan el pecho uruguayo por otra vanguardia asumida: el faso libre para cada botija oriental.
M.K
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