Pólvora

-Combatiremos la avidez con plumas- dijo el hombre que parecía un pájaro 
- Cómo sería eso?- respondió con intriga él, que tenía una cara de otro tiempo
- Plumas son palabras. Palabras etéreas. Tienen raíces y alas. Una mezcla perfecta. Digamos que como el yin y el yan pero invisibles. No aptas para los microscopios ni lupas ni radares ni GPS. Palabras colándose misteriosas por los ojos y las orejas. Que entran por tuberías y empiezan a surcar, a buscar, a bucear, a penetrar hasta encontrar el nervio justo. El punto neurálgico. La zona fértil dónde esa palabra - o esas- son capaces de vencer el cáncer.
- Preparo la pólvora?
- Prepara la pólvora que saldrán flores. 


Matías Kraber

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