Sobre caretas políticas





Nota de opinión sobre la victoria de Macri. Disparadores para un debate sobre el devenir político

Ayer domingo se hizo notorio lo previsible: Mauricio Macri conquistó la mayor cantidad de votos y se perfila como un ganador seguro para la posible segunda vuelta electoral. Una segunda vuelta que podría efectuarse si la derrota no se convierte en contundente, en un revés político a la imagen positiva del Gobierno de Kirchner…si no se espantan ante la humillación de una derrota posiblemente amplia como la famosa experiencia del ex presidente riojano que huyó en el 2003.
Filmus y sus asesores políticos tendrán que medir cuantos votos pueden reclutar de los candidatos que se sumergieron debajo del segundo puesto. Según Heller, el candidato a vice jefe de gobierno por el Frente para la victoria, el resto de los votos que fueron para los candidatos que quedaron fuera de la contienda electoral están más cerca de ellos que de Macri. No obstante no midió desde cifras, sólo son pronósticos de campaña, de una campaña sucia donde todo está destinado al entrecruzamiento de palabras y nada más que guerra de palabras. Donde aparece un Macri con "sólo propuestas", calzándose la pechera amarilla y corriendo maratones hospitalarias porque según su asesor y consejero marketinero Jaime Durán Barba: "la gente quiere políticos creativos,divertidos, no confrontativos"
Lo real en Filmus y en Heller, es que muchos le temen al oficialismo, muchos son intransigentes con la acumulación paulatina y desmedida del poder de la expedición K; y esta es una realidad que trasladaría a Macri como el líder máximo de la ciudad porteña.
Que Macri aterrice al sillón de mando de la jefatura de gobierno porteño, implica una serie de interrogantes y fobias de los que denostamos los noventa.
Porque que Macri esté en el poder en cierta forma significaría volver el tiempo atrás y reproducir medidas neoliberales que se traducen en la desinversión estatal, en la fragmentación del estado y el desmantelamiento de lo público en sustitución por la esfera privada. La reducción de gastos públicos es la primera medida que tienen a mano los maestros de la economía ortodoxa, cuyo representante actual es: López Murphy, casualmente candidato del PRO para las elecciones presidenciales. Vale rememorar la participación fugaz del compañero de partido de Mauricio Macri en el gobierno de Fernando De La Rúa, y su tentativa de arancelar la educación pública que terminó con bochorno y despedida.
Por lo mismo las fobias son entendibles y sumamente lógicas. Porque se conocen los resultados de una política que fortaleció la dependencia económica hasta desangrar al país como las privatizaciones de los servicios públicos y empresas que habían sido regulados hasta el momento por el Estado (el caso de ENTEL, YPF, Aerolíneas Argentinas, etc ). Y tales políticas Macri, defendió hasta auto proclamarse “menemista”; pero sin embargo hoy es Pro, y quizás el cambio de un significante neutral le haya servido para disimular una ideología que está de fondo.
Macri es un estratega que jugó a disimular su política menemista y neoliberal; es un empresario prestigioso que se enriqueció de manera abrupta, preferentemente, en la década de los 90 y comenzó una militancia política desde la presidencia prolija y económicamente productiva en Boca Juniors: un campo propicio para acercarse a “la mitad más uno”. Ser exitoso en el fútbol xeneixe fue la coronación de una imagen pública positiva, porque sobran las opiniones que vinculan al éxito deportivo con el éxito de un gobierno, hasta de un país inclusive.
Vale la pena recalcar que Macri está lejos de ser un político intervencionista con sesgo populista. Más allá de que realice ademanes por doquier para lograr emparentarse con el cartonero o el chofer de un micro, o con el residente de una villa miseria. Lo de Macri es clara y llanamente una campaña marketinera dirigida desde el 2004 por "el nuevo mago de la derecha" Durán Barba que le prestó un manual de autoayuda al presidente boquense sobre temáticas claves como: Mujer, sexualidad, Internet y Política...cuya influencia afloró sin tapujos.
Macri es la encarnación del político en la posmodernidad; del sujeto que se desvincula de la ideología, y que confía en la mera inercia del mercado como mejor política estatal. Es un candidato que no invertiría en un canal televisivo cultural que no tenga raiting, porque prefiere el consumismo trivial de programas marcas “ideas del sur” o “Reallity Show”; no adhiere a las trincheras de resistencia cultural, a los medios que puedan atinar a modificar la banalización que se presenta desde “la caja boba” de TV.
Y finalmente, Macri representa la urgencia del porteño que se asusta ante la inseguridad y simplifica el bienestar social en términos de Blumberg, en el mero endurecimiento de normas y penas: una política de parches que omite reflexiones profundas sobre educación y distribución de la riqueza.
No voté ni votaré en la ciudad porteña porque no soy ciudadano porteño. No obstante soy consciente de la jerarquía política que tiene la gobernación de la Capital Federal; y considero que Macri tiene otra expedición pasajera para llegar a su objetivo final: La presidencia de la Nación en el 2011. Y considero que la futura gestión no irá a ser transparente, carecerá de autenticidad porque para ganar poder, la fórmula no puede ser el neoliberalismo en estos tiempos. Por lo menos por ahora... a no ser que la gente se vuelva a encariñar con Menem.
Por Matías Kraber

Comentarios

Juan Pablo ha dicho que…
La clave es la imagen.

Vos lo señalás con mucha lucidez, Mati: "Macri es un estratega que jugó a disimular su política menemista y neoliberal; es un empresario prestigioso que se enriqueció de manera abrupta, preferentemente, en la década de los 90 y comenzó una militancia política desde la presidencia prolija y económicamente productiva en Boca Juniors: un campo propicio para acercarse a “la mitad más uno".

Ayer se disputaban la ciudad tres fórmulas iguales, con el mismo proyecto de gestión, incapaces y cómplices...¿Qué autoridad moral tiene Filmus para decir que Macri estuvo con el menemismo? ¿Filmus se olvida que él laburó con Grosso en la ciudad de Buenos Aires, durante un gobierno signado de ñoquis?

¿Qué autoridad moral tiene Macri? Ninguna. Es un mediocre. Sólo es un tipo con dinero, se trata de una especie conocida por todos nosotros...Son gente con guita, pero sin ella, están desnudos, desprotegidos y sin poder.

¿Y Telerman? Limpió su imagen con el mítico "Actitud Buenos Aires", pero recuerdo perfectamente su inoperancia como vice jefe de gobierno cuando Cromañón se incendiaba.

En fin. Siento que me excedí. Mis disculpas, Mati.

Un abrazo

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