Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2015

Mestizo soy

Imagen
Un viaje por las raíces de estas tierras argentinas que hacen a la mezcla. Entre pueblos originarios, europeos y negros se fue entretejiendo un crisol de razas dónde aún predomina un 56% con sangre nativa en su árbol genealógico. Testimonios, datos y curiosidades de nuestra sangre mestiza que merece ser revisada por nuestras generaciones.

Mi tio y Rubén Paz

Imagen
A mi tío Marcelo,  A Diego Dana  y Alberto Martinelli  Casi no le recuerdo los gestos. O el rostro. Sí, sus carcajadas de un negro diablo tamborilero con pelota de fútbol. Lo cierto es que apenas lo nombran aparece una montaña rusa de recuerdos del otro lado del río. Entre la infancia, mi tío preferido y Uruguay.  Este hombre nació en la ciudad de  Artigas, Don José, el San Martín oriental que dijo a desalambrar a desalambrar y los orientales picaron en punta en la reforma agraria más progresista de América Latina. Este hombre es un tapado para las nuevas generaciones, pero todo aquel que haya amado el buen fútbol va a tomar ésta historia como un vino añejo guardado en roble. Corchazo al recuerdo. “Rubén, de zurda Rubeeeeeennnn”, relataba el tío en el potrero. Cuándo ustedes van a tener un Rubén Paz?”, me tiraba con su sorna académica cuando yo iniciaba mi amor kamikaze por Independiente con gambetas del Beto Alfaro Moreno.   “Pero el Beto no le llega ni a los

Don salvatore, pianista del Colón

Imagen
Por Osvaldo Soriano  en Rebeldes, fugitivos y soñadores Don Salvatore es mi vecino. No es inválido, pero nadie lo vio caminar nunca. Antes era zapatero y estaba siempre sentado. Ahora los nietos lo sacan a la vereda en una silla de paja, y él se queda todo el día allí, en camiseta, embelesado, mirando hacia el puerto como si esperara volver a ver el barco que lo trajo de Cosenza. No saluda a nadie, no lee, no fuma. Sigue de reojo a las chicas que pasan con el jean ajustado a las caderas y después aprueba o desaprueba con un leve toque de la cabeza. Lo sacan a las siete de la mañana, antes de que yo me vaya a dormir, cuando todavía está oscuro y por la calle pasan los obreros del puerto y las maestras que esperan el ómnibus. Levantan la silla entre dos y lo dejan allí, como a un emperador aburrido. Le dan el almuerzo en una olla y lo entran a la hora de la cena. Hay quien dice que se llevó tal emoción cuando Italia ganó la Copa del Mundo de 1982, que nadie pudo volver a poner

Una lógica pequeña

Imagen
Cada cosa en el mundo tiene su lógica propia. Las calles tienen su lógica propia. Los tomates y los gatos también. Mi lógica es un poco gris, un poco nocturna. Es una lógica con techos , lluvia, una lata de cerveza vacía trip trip trip, qué cosa tan seria , y un poco de soledad y whisky. En el fondo toda lógica es solitaria y sobre todo la de los gatos. En realidad un gato no vive su propia vida. Un gato vive la vida de la ciudad. La lógica del gato es la de la calle, de la sangre, de la basura y la mierda trip trip trip. Una lógica jodida, puta mierda. Para ser gato hay primero que comprender la lógica de los árboles, que si es un árbol triste o un árbol alegre, que si es un árbol donde se mean los perros o donde se besan un hombre y una mujer. De todos modos es un asunto complejo. La lógica, mi lógica, la de Pink Tomate es salir en las noches y decir mierda el mundo lo hago yo, yo soy el rey de la noche, yo puedo andar por encima de la mierda de las calles y al mismo tiempo comer mie

Una ambulancia con whisky

Imagen
Me llamo Sven y morí ayer o tal vez la semana pasada. Realmente no sé que sucedió. No sé si fue una inyección de veneno en las venas o si me estallaron una botella de whisky en la cabeza. No sé. No sé. O si me abalearon en la puerta del Bar Anaconda. O tal vez en el bar Los Moluscos. Lo único que recuerdo son las luces de un bar, el bar lleno de vómito y una canción, With or whithout you, en el fondo del recinto, en el fondo de las luces, en la lluvia, un letrero en el espejo que decía entonces le diré que nunca más me pondré esta ropa , un teléfono, una ambulancia, una puerta blanca y de nuevo alguien que decía oye tranquilo yo puedo vivir sin ti, tranquilo whit or whithout you, doce de la noche mierda, se nos muere, mucha heroína, mucho alcohol, mucha tristeza, mierda, quédese tranquilo, relájese, piense en un cielo azul, en una ciudad de edificios blancos. sueñe con un potrero lleno de naranjas, con una mañana con una lluvia de aves negras, piense lo que se le dé la gana, mierda se

Cara de peces

Imagen
El hombre con cara de pez, sonrío. Estaba en el río y juraba que el río lo hacía sonreír. Le estiraba los labios. La mueca se le dibujaba sola en su rostro y cerraba los ojos para volver al agua y encontrarse con su sirena. Ella siempre en el agua. De un río a otro. De un mar a otro. Viaje subterráneo permanente que los encontraba en algún muelle de piedras. Por fin viniste- le dijo- la luna me dijo qué era hoy nuestro encuentro. A mi también. Me hizo caminar hasta acá. Salí sin rumbo fijo, pero me fue guiando con una soga invisible- contestó el hombre con cara de pez que hablaba de corrido y sin titubear como si un ángel les dictara las palabras al oído. Ella lo agarró de la mano y lo metió en el río. Primero sintió frío. El escozor del cambio. El paso temeroso del desafío. Después se dejó llevar como una bailarina de tango mientras el río los llevaba perpendicular por esa senda de luz que dibuja la luna en el agua, mientras se iban fundiendo en el claroscuro del horizonte y sonreí

A segundos del pasto

Imagen
A segundos del pasto Un caballo hereje Un repique Un vértigo verde Un cardo de suerte  A segundos del pasto Una mujer Un aljibe Un relincho que dice A segundos del pasto Tu boca Un pedazo de cielo Un grito del árbol Un grillo Dos cantos

A veces el mar

Imagen
A veces tengo la sensación de estar adentro del mar. Mar adentro. A muchas leguas de agua de la orilla. Una boya pendular en el océano que se mueve con la danza del viento. Una pequeña vela bien minúscula. Un barco de papel al agua. Pero ahí mismo, sin continentes, con la libertad y el miedo en una pulseada china.   Del otro lado hay un fuego que espera. Unas ramas que arden para arrancarnos del frío y dorarnos la sal de la suerte. El lema es empujar en ésta trama que es el pequeño instante de la vida misma. Y el pescador mira las estrellas y sigue para el sur del sur mientras el resplandor de una luna gorda le marca un sendero de agua hacia el faro y hacia el fuego.   Matías Kraber