La marcha de Jeites
Música, Jeites, nota
Entre ayer y hoy
En realidad sí sé lo que significa Jeites. O yeites. Podes decirlo como quieras. En el idioma que gustes, en cualquier playa del mundo o en cualquier pulmón de manzana del planeta. Babilonia ponele: esa casa que no tiene paredes y caben todos.
Familia que se une en la canción que tiene siempre un mar de fondo. O en primerísima primera plana. Caras pintadas, el circo y el tablado, la murga con el reggae y una marcha que va con el viento. Se hace viento.
Y el significado que fue viniendo. Viajó. Se curtió.
Jeites es una ecuación compleja, una sumatoria de factores: voces armónicas, teatro en vivo, clown y circo, letras simples de vos, yo y vocé que hablan de lo cotidiano con jergas juveniles y metáforas con gancho.
Trompada como un yeite. Adentro
Son casi una familia más amigos. Música que nació del juego: un piano desafinado con una voz del rock canción en la sobremesa larga de una familia entera en casa de mar. Uniendo gente, amenizando una tarde entera, sincronizando.
Son un grupo de cinco integrantes jóvenes que decidieron bucear en las alternativas instrumentos que siempre estuvieron cerca y hacerlos sonar distinto en el griterío de bandas y grupos que por el neón o la marquesina en -el ámbito mezquino de la música popular- eligen la mímesis. El clon de.
Ellos componen todo, prefieren su camino, ser corderos de su destino, inventarse, generar su impronta, ser peregrinos. Un estilo que proviene de tantos otros. Cables que se cruzan y hacen corriente distinta: consultaron biblias de la música y tomaron pedazos, fragmentos, estrofas hasta ir armando el rompecabezas.
Así que señores cuando uno escuche Jeites, escuchará Reggae, Country, Río de La Plata, Folk, Rock, Murga y un aire beatle siempre a trasluz llevándote -al menos un ratito- a un vagón de Liverpool.
La lista de canciones destacadas ya son muchas, pero aquel que no llegó que descorche la botella con un Niño, Fuerzas, Vocé, Hola Hola, La Marcha, Down the Valley, My Girl, Bienvenida y tantas más que trascienden las barreras idiomáticas todo el tiempo, el castellano y el inglés fundiéndose en un simple abrir y cerrar de ojos. Hoy tienen un puñado de canciones de su autoría y dos discos editados con absoluta autogestión. Están en el aire, en todas partes, su moneda ya está girando hace rato en el aire: La Plata, Mar Del Plata, Capital, el sur, el norte, el este y el oeste.
No frenan. Ellos siguen. Intuyen, huelen y algo les dice de que el camino es largo y esto recién empiezan. Cantan lo que quieren y no los van a parar, cantan lo que sienten y no los van a callar, porque ya es tarde, porque esta es su infinita y maravillosa Marcha... y ya lo dijeron en canciones que ya son viento. O sino están viajando con él.
www.jeites.com.ar
Por Matías Kraber
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Un beso grande,
Miranda