El mar y la serpiente


















Pellizcarse el alma
Sí, creer o reventar
pero pellizcársela


Soñar con ojos abiertos
meter los dedos en el enchufe
El mar eléctrico
es un león encendido
que ruge y prende
su motor a la eternidad
Ahora mismo
Carpe diem
Deseo
Yo y mi otro yo
En la sombra
y en el resplandor
mientras escarbo en la arena
tengo la libertad entredientes
Y la mastico
la chupo
la trago como aguardiente

El fuego se enciende
solo,
con chispas de ramas
y la serpiente que sale a cazar
el aire
y después baila con él
juega con la lengua
es
va
da
huele
se extasea
se duerme
y todo arranca de vuelta

Matías Kraber

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