Misceláneas

El grito
blando de las 
palomas,
el tango
de tu barrio
mientras se 
oyen los chicos
al final de la escuela.
El fin del fin, 
mientras no llueve. 

Los otros, 
el pero como motor, 
las señales
del vidrio
que se atraganta,
la pava que silba
bajito, 
el crujir
del pulmón
de un mate, 
la anestesia
de la soledad, 
el taller que
es de otro tiempo, 
el zapatero
que nadie ve,
o los litros
que se consumen
despacio 
al lado
de un televisor
que no espera
a nadie. 

Mi otro yo
en verso, 
la pluma
que es un teclado, 
el ya no sé, 
la duda
del aprendizaje, 
la pasión 
y el cálculo frío, 
misceláneas, 
enredadera de
palabras
como una planta
entre acá y allá
y cualquier lugar. 
Una canción de
Los Beatles
mi primeros
porros, 
el vinilo que 
ya no anda, 
la lapicera
tiene tos: 
la letra torcida, 
el nervio de la canción, 
prefiero
el beat de las tormentas, 
y tu "ahí estoy llegando", 
mientras el corazón
es una fiesta, 
uno o dos
fuegos de artificios
en la noche
oscura
en la 
que sólo parpadean
los mercurios de la calle. 

M.K

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vidas de porcelana

Aquel Peronismo de juguete- Osvaldo Soriano

Al Abrigo, cuento de Juan José Saer