Cuando quemar cubiertas se pone de moda


Nota de opinión sobre el paro agropecuario y la adhesión urbana.

Extraña mutación de significado del término piquete cabe hoy en la mentalidad argentina de clase media-alta. Ayer era una manera irrespetuosa de protestar jodiendo al projimo que pretendía trabajar normalmente, era un instrumento de subversivos, de gente pendenciera que abogaba por conseguir dinero sin laburo, o que pugnaba por complicarle la vida a algun político enemigo de sus respectivos líderes.

Hoy el campo para, y corta rutas, y jode al resto según sus antiguos discursos, y vacía góndolas y camiones por una retención a la producción. Hoy el campo entero, sin distinción de clase y actividad, hace un piquete en todo el país, convoca a cacerolazos urbanos donde la gente se suma con un fervor revolucionario extraño a oponerse; porque el mismisimo verbo oponerse es políticamente correcto en la agenda argentina contemporánea.

El campo para porque el ministro de economía de Cristina K impuso una retención del 44 por ciento a la soja. Curiosamente a una producción que registró subas de precios gigantescas en los últimos años ( en agosto de 2007 la soja cotizó en 640 pesos la tonelada, y hoy merodea los 1000 pesos la tonelada, mientras que en la década del 90 cotizaba 243 pesos la tonelada; las héctareas sembradas aumentaron de 5 millones de héctareas en los 90 a 14, 1 millones de héctares en 2004/2005), que al compás de la devaluación y la demanda de alimentos del continente asiático se expandió por todo el país hasta lograr desplazar la cría de ganados a suelos menos propicios y más degradados del norte argentino e instaurar una dicotomía rural entre el chacarero vs el ganadero, la agricultura vs la ganadería. No obstante ello, hoy todos están en la ruta y convocan gente en la causa de destrabar la medida.

Reynaldo Sietecase incluye de paratexo y epígrafe en la contratapa de Crítica de la Argentina del miércoles 26 de Marzo, a la canción de María Elena Walsh "el reino del revés". Una elección muy certera y ejemplificadora, porque el reino del revés hoy agrupa a los sectores de mayor rentabilidad del país por la infinita desazón que siempre les causó que le metan la mano en el bolsillo, que le mermen un poco la ganancia que aún les alcanza para vivir sin un mínimo descuido de números...pero la codicia es un vicio que genera hasta lo imposible. Un reino del revés que les permite protestar mediante un método que siempre repudiaron a gritos, y que anestesia las diferencias del campo para hacer un cuerpo social homógeno y uniforme.

Sobre la medida vale escribir algunas críticas. Primer item: que la medida no se aplique al pequeño y mediano productor, que no sea regresiva.
Segundo item: que el dinero recaudado de la retención se visualice en algún sector de la economía, o que posibilte subvencionar al agro, la ganadería, la industria de talla pyme. Que exista la oxidada medida de los discursos de la redistribución de la riqueza.

Hoy el mundo entero quiere ponerse una remera verde y salir a defender al campo. Muchos en su primera experiencia protestante, otros sumando un par en contra de los Kirchner, pero lo curioso es por qué justo a defender al sector con más peso y mejor acomodado de la economía Argentina. No es curioso oponerse al gobierno K, por lo menos desde mi punto de vista. Pero sería interesante preguntarse y responder algunas cosas.

Ahora una laguna de interregonates para la sociedad y el sector pseudo piquetero del campo: ¿Por que semejante piedad e injusticia con un sector que jamás estuvo del lado del pueblo? ¿ Por qué los que hoy no son del campo salen horrorizados a copar las calles a favor del campo y no lo hicieron cuando lo mataron a Fuentealba, por qué no salieron con tanta vehemencia cuando al béndito López Murphy se le ocurrió amagar a arancelar la Universidad Pública en el gobierno de la Alianza? ¿ Por qué no se salió a pedir por López y a clamar por un nunca más definitivo? ¿ Por qué no se salió a terminar con la corrupción de Menem, a exigir justicia por la AMIA, a trabar las privatizaciones de las empresas públicas?.
Pareciera que todas las causas anunciadas carecen de importancia al lado de un recorte impositivo al campo que hoy gana más que todo el mundo en Argentina. Hoy lo bien visto es ser oposición, porque ser oposición es ser pro, y ser pro está de moda.

Por Matías Kraber

Comentarios

Juan Pablo ha dicho que…
Este post me recordó al hipócrita "piquete y cacerola, la lucha es una sola". Después, los mismos tipos, los espontáneos de la cacerola que pedían por sus ahorros, salieron a reclamar represión en los cortes de calles por la Capital.

Buen post.
Anónimo ha dicho que…
Macho: así como me permití felicitarte en otra ocasión, ahora lo hago para disentir con tu último post. Hay muchos puntos que son discutibles y hacerlo por aquí no es lo más cómodo.
Simplemente, luego de leer este post, releí la crónica de San Enrique, "un pueblo perteneciente a 25 de Mayo, que basa su economía en la producción agrícola".
El campo es mucho más que gente de clase media alta que se mira el ombligo desde el momento mismo de su concepción. ¿O acaso vos viste en aquellos personas con las que charlaste, y que hasta hace poco también estuvieron en las rutas, el “vicio de la codicia” al que te refería?
“La economía de San Enrique está ligada históricamente a la agricultura por disponer de suelos netamente productivos para el cultivo del trigo, maíz, girasol, cebada y soja. La ganadería tiene un peso insignificante en la producción del pueblo, donde no se habla de desocupación por la llegada de la empresa agrícola AGROBOS en 1999 que empleó a una vasta cantidad de habitantes que no tenía trabajo estable.
“Esa empresa alquiló muchos campos de la zona y retuvo a 20 familias, aproximadamente…con todo lo que eso implica para San Enrique” enfatiza Vanina, una maestra jardinera del pueblo, cuya voz se mimetiza con el resto de los habitantes, a la hora de hablar del progreso que generó la llegada de la empresa agrícola”, citaste en tu crónica. Así, eso sucede en muchos pueblos del interior que aún luchan por sobrevivir de la mano “de la mala gente de campo”. Hay otros puntos para analizar sobre este conflicto, muchos más que una simple cuestión de "clases".
Te mando un beso, y espero que así como aceptaste mi sincera felicitación, aceptes esta especie de crítica que hago sólo como parte de una ciudad que vive del campo (y del empleo público) y como parte de una familia tradicionalmente ligada al “campo”.
Agustina
Matias ha dicho que…
Agus: hago salvedades en la nota, porque justamente exijo la redistribución de la riqueza y el apoyo político-económico a los sectores pequeños y medianos del campo. Agrobos de San Enrique sería un pool de siembra, emplea gente es cierto, pero es una corporación gigante. Y me parece pertinente extraer dinero en retenciones de ahi, por ejemplo, para aplicarlo en otro sector que se bajonea con la sojización. Yo cuestiono fuertemente la reputación del gobierno, la falta de transparencia para con los rumbos económicos, el que se hace con el excedente de retenciones. Pero considero exacerbado el reclamo de los grandes productores, y en parte me jode la hipocresía cultural política que existe en el país, porque somos solidarios, o somos opositores, y reclamamos en un asunto que al lado de otros no goza de tanta importancia. Es como si se necesitara memoria polìtica. De todas maneras el visto bueno del conflicto es que podemos volver a discutir de política, por lo menos es un disparador. Acepto tu crítica porque el terreno político se presta a disensos y debates fervorosos.
Es largo discutir por acá, pero hago críticas al sector más pudiente de los piqueteros y hago críticas al gobierno. Me parece que hay que ser bastante duales en el análisis. Y yo me considero dual en este asunto. Un beso
Matias ha dicho que…
Agus:Otro dato que me parece pertinente agregar es que: el 80% de la produción de soja le corresponde a los pooles de siembra, el resto le corresponde a los pequeños productores.
Está bueno que se intercambien ideas. Gracias por comentar, además está bueno que te lean y tengan en cuenta la opinión de uno. Un beso
el dato lo tiraron precisamente, en el programa de Tenembaum: palabras más palabras menos.
Anónimo ha dicho que…
Estimado: No será que realmente todos los temas que mencionas como potenciales generadores de una reacción popular, no le interesan a nadie, excepto a una diversas minorías?
No será que la gente está harta del estilo confrontativo y de revolver mirando siempre hacia atrás?
Que dificil le resulta a algunos entender el genuino reclamo popular!

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