Tu musgo es el mío

Te crecen hojas de tréboles 
en los dedos 
Un paraíso silvestre en la
mano, son dos
Parece que te llueve un pantano también verde de la selva
Una aureola de musgo 




Sinfín, viajan los nervios vegetales por las curvas de los tallos
Y parece que son enanos que crecen, hormigas que transmutan con la salvia iracunda de esta bestia
poderosa, espina de espada
jungla sagrada
Bien adentro
La conciencia verdadera
es tu secreto
es la cuerda que recuerda
La llamada
De una serpiente emplumada
Que en un salto milenario
hacia adelante
pare un águila azul planetaria

Matías Kraber

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vidas de porcelana

Aquel Peronismo de juguete- Osvaldo Soriano

Al Abrigo, cuento de Juan José Saer