Un plato y un continente



Sobre la mesa

un plato y un continente
son una contratapa
encontremosnos ahí le digo:
en el hombre que se llama viernes
o en la mujer descalza. 


El pasto, el vino, los sonidos
la casa vacía es una sonrisa
lenta. Hay que aprender a escucharla. 



Por la ventana echamos humo
y las señales no son de tránsito. 
Huele a ginebra el atardecer 
y el vinagre tampoco es hiel 
sino olvido. 
Frida se muestra desnuda, 
Los pétalos llueven como balas
México insurgente, siempre
y un bolero se oye de fondo
como un tren de borrachos. 
Me subo y el viento ya es un rock 
Un jugo de tomate frío
y la tómbola, tu calesita 
 me lleva
al umbral de los comienzos.

Matías Kraber 

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