Halo de luz

Un halo
de luz
por la ventana,
el cantero
del vecino
que no habla,
hay escarcha
en los dedos
de la palabra.
¿Toca romper
o quebrar
el vidrio
de lo quieto?
Inventarle
el puente
a los días,
sazonarlos
con pimienta,
mezclar la
arena
del recuerdo
para que
nazcan
silbidos
de alegría.
El auto
azul
ya no se
enciende,
las luces
no son
para las
hormigas,
el velo
que se cae
no hace ruido,
es la isla
que perdiste
alevosía.
Los sonidos
de tus pasos
casi errantes,
monólogos,
que se fuman
la poesía,
el destello
de las chispas
que se encienden,
los minutos
de la noche;
o el triunfo
en la caída.
M.K

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