Hermano andino
Hermano de las horas sin sueño,
en la estrella colmada del amancay serrano,
yo brindo por tu vuelta, por tu sangre andariega,
por tu sed de camino, tu guitarra y tus manos.
Salud, querido amigo, desde mi origen indio
donde los dioses beben desde los ojos mansos,
donde las lluvias besan la tierra embarazada
y los vientos labriegos parcelan los airampos.
¡Quién no estiba distancias en el tiempo y la vida
nunca ansía un retorno ni reclama un espacio!
El hombre es una avispa de nectar trashumante
que existe en su impotencia y muere en el letargo. ¡Busca, hermano errabundo, el canto de la noche en las dulces guitarras o en los vinos amargos! Y el día que lo encuentres con su ansiedad escondida escríbelo en el cielo o en la piel de tus brazos. desde mi pueblo triste mi memoria te busca en la última estrella o en el primer ocaso. Quisiera que te encuentres a la sombra de un olmo con los ojos cansado de mirar hacia el norte y entonando esa copla que te muerde los labios: Hasta mañana,amigo. Hasta siempre, mi hermano. Hasta el sueño inconstante. Y... un apretón de mano.
Del poeta Churqui Choquevilca
Tilcareño
que existe en su impotencia y muere en el letargo. ¡Busca, hermano errabundo, el canto de la noche en las dulces guitarras o en los vinos amargos! Y el día que lo encuentres con su ansiedad escondida escríbelo en el cielo o en la piel de tus brazos. desde mi pueblo triste mi memoria te busca en la última estrella o en el primer ocaso. Quisiera que te encuentres a la sombra de un olmo con los ojos cansado de mirar hacia el norte y entonando esa copla que te muerde los labios: Hasta mañana,amigo. Hasta siempre, mi hermano. Hasta el sueño inconstante. Y... un apretón de mano.
Del poeta Churqui Choquevilca
Tilcareño
Dedicado a mi amiga Amancay Gaspar
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