A veces el mar

A veces tengo la sensación de estar adentro del mar. Mar adentro. A muchas leguas de agua de la orilla. Una boya pendular en el océano que se mueve con la danza del viento. Una pequeña vela bien minúscula. Un barco de papel al agua.
Pero ahí mismo, sin continentes, con la libertad y el miedo en una pulseada china. 
Del otro lado hay un fuego que espera. Unas ramas que arden para arrancarnos del frío y dorarnos la sal de la suerte. El lema es empujar en ésta trama que es el pequeño instante de la vida misma. Y el pescador mira las estrellas y sigue para el sur del sur mientras el resplandor de una luna gorda le marca un sendero de agua hacia el faro y hacia el fuego. 

Matías Kraber 

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