Dos por cuatro y Darienzo

2 x 4 y Darienzo. Dos vainillas de la vereda y Darienzo. Viaja guardia con boina de antes y yo me voy por la cinta del tiempo a mi infancia: El sapo -el sapito- y la Delia que se ponían a bailar un tangazo entre sillas y mesas de madera que también tienen próximos bailarines. Y no bailaban de frac, nada de eso. No eran tampoco lo que se puede decir dos agujas elegantes de un balet, sino lo contrario: dos amantes transpirados del baile que se hace en el pueblo pero es de campo. Lo veo a Clemente y a Doña Elvira, también el gallo aunque la Zulema le dice que no cual gallina pipireta, lo veo a Camiletti acelerando el tranco galopeador y largando una risa que es también un sapucay.
- Son varias figuras ya en modo rec, biruta al piso y se ve un vaivén de zapatos que se mueven como relojes mientras el vino brinda de fondo y le pone percusión de cristal al recuerdo en sepia que suena con compás de cumparsita más el chorro de soda. Callatesiestaquestamosbailando. De viejo barrio que nunca te fuiste, que siempre estás volviendo en un Rastrojero peronista a Hipólito Yrigoyen y Pellegrini con el conventillo de Marano como escenografía perfecta en la ochava del infinito -sí el ocho es infinito- mientras el barrio de la radio del pueblo (Fm Centro 107.3) escucha cumbia, toma mate dulce y come galleta nuez; juega al fulbito que rompe un vidrio y corre. Ringraje de antes en la siesta: y de nuevo que suena el cristal como un rey del compás -el vidrio roto el verdugo del cromos- mientras el Sapo y la Delia convencieron al barrio que había que bailar el tango ahí en dos baldosas. 2 x 4 es igual a 8 y ahí el recuerdo es infinito. El baile nos vuelve a pasar por el corazón. 


MK 

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