Hacía un mes: el agua

















En La Plata, 2 de abril de 2013


A un mes del agua feroz
mezcla de fuego, mar y río ( YPF, la lluvia y el río)
que pasó por La Plata un día de guerra, tenaz como otro 2 de abril tan yaga y nunca olvidado que algo volvió a decir:



50 centímetros, un metro, metro y medio, metro ochenta, dos metros
lo transversal de la crisis
atravezó la sociedad entera
capa por capa
como la cebolla
desnudándola
volviendo la pobreza más raquítica
a la intemperie
a la clase media voluntariosa
vecina

Tolosa, Ringuelet
enmudecidas
con los muebles afuera, las marcas en la pared, el olor rancio y pesado
el aire denso
los autos secándose,
 un otoño de hojas húmedas en los motores y en los asientos

Altos de San Lorenzo, Los Hornos
llenas de barro y de lágrimas
con hambre en el vientre
los ojos de los más pibes: agua, laguna, charco
las escuelas y las parroquias los refugios
Bruera, como el alcalde diamante
En Río o acá, pero puteado hasta el cansancio
(¿hoy una marcha lo repudia en la plaza? eso se informaba)
la solidaridad que llegaba en autos, en camionetitas,
bomberos, amigos, hermanos, tíos, primos, vecinos
familia que se une
las abuelas rescatadas
los rescatadores
los relatos de los gritos, pedidos de ayuda,
el misterio de los muertos
cifras
el runrún
sí 51, 200 o 700 los más trágicos
" che quiero dar una mano, dónde puedo ir", preguntaban y repreguntaban amigos y queridos en Facebook. Cadena positiva.
El sábado ese, el 6: un día internacional de solidaridad porque llegaban mensajes y llamadas de todos lados: de San Juan a Colombia. Lo federal y lo latino.
y acá, en La Plata era pasarse bolsas en cadena, gritar, correr, organizarse ya entre miles en medio de la urgencia. De todos lados: Carlos Casares, Balcarce, Salta, Misiones, Gral. Alvear, Saladillo, Roque Perez, Catamarca, Concordia, Concepción del Uruguay, Ayacucho, Azul. Todos. Y los camiones que empezaban a mandarse como sea.
Y los grandes núcleos:
La Facultad de Periodismo en el bosque, La Catedral, Teatro Argentino, Pasaje Dardo Rocha, La Vieja Estación,  El Olga Vázquez, Escuelas primarias, voluntarios motorizados en el ex Mondo Difficile de 51 casi 6,  tantos lugares más
Con Eze, un amigo, yendo al barrio Aeropuerto y la calle 122 con 614 por pañales, agua y comida a la familia Ramirez que había perdido todo allá en un barrio dónde había barrial y silencio. Olvido. El motor del auto, fue como el llamador de esperanza.
Un señor, un viejo, de unos setenta y pico enderzando las chapas de su casilla
¿ Qué necesita? ¿Qué perdió?, le preguntamos y soltó el llanto.
- Al menos un colchón porque no tengo donde dormir.
Ropa que se dona, ropa que se tira,
mudanzas, familias que se abrazan entre sí
anfitrionar, ayudar, estirar el brazo
De vuelta un aire denso pesado como elefantes grises
" Ere como una guerra", " Que tristeza que hay"...
el silbido de algo que se quemó (con fuego y agua)
apagándose de a poco
Días enteros
mientras después la ciudad vuelve a la normalidad
siguen las construcciones de edificios en lugares no permitidos
por los más ricos: Moragues, Building,Credil y CIA
en una ciudad colapsada por más y más huéspedes
un promedio de 25.000 por año
la misma cantidad de habitantes que la ciudad de Lobos
pero en un año
así que pensemos y multipliquemos
para dónde vamos?
quiénes nos gobiernan?
Cuánto incidimos nosotros mismos
dejando hacer, dejando pasar?
o tirando el cigarrillo al desague
o permitiendo una sociedad inmobiliaria crezca
así, torcida, a su libre antojo
cual Puerto Madero noventoso

Hoy, hace un mes y está nublado. El cielo lloroso, con nudo en la garganta
preguntándose, preguntándonos, si aprendimos algo
interpelándonos a cómo seguir
preguntándonos cómo empezamos de cero, sí ahora, ahora que la lluvia ya no significa lo mismo.

Por Matías Kraber

Comentarios

An ha dicho que…
excelente!...terrible....

Entradas populares de este blog

Vidas de porcelana

Aquel Peronismo de juguete- Osvaldo Soriano

Al Abrigo, cuento de Juan José Saer