La artesanía en verso
Una mañana soleada
El sol calienta las tristezas de los edificios grises de la ciudad. Enormes y fríos armatostes de cemento que sufren el encierro eterno de su existencia urbana; aburridos y mediocres templos que crecen sin memoria ni sueños que albergar; macizas e insensibles edificaciones de nadie con historias que pasan sin principio ni fin.
Ayer, soñé que me besabas y la angustia apretó con fuerza mi corazón al despertar. Sentí lo mismo que siente un edificio cuando, una mañana soleada, los rayos tocan sus entrañas y le hacen creer, que es algo más que una roca sin vida.
Culto a la puesta del sol
El sol calienta las tristezas de los edificios grises de la ciudad. Enormes y fríos armatostes de cemento que sufren el encierro eterno de su existencia urbana; aburridos y mediocres templos que crecen sin memoria ni sueños que albergar; macizas e insensibles edificaciones de nadie con historias que pasan sin principio ni fin.
Ayer, soñé que me besabas y la angustia apretó con fuerza mi corazón al despertar. Sentí lo mismo que siente un edificio cuando, una mañana soleada, los rayos tocan sus entrañas y le hacen creer, que es algo más que una roca sin vida.
Culto a la puesta del sol
se esconde lentamente en el ocaso
y con la lentitud de la eternidad
va escondiendo su belleza.
Pocos se prestan al regocijo del espectáculo.
El crepúsculo se vuelve cárdeno de asfixia
algunas nubes intentan enfrentarlo
mientras unos pocos iniciados asisten al ritual.
Me gusta apreciar la quietud del atardecer-dijo-.
Y las palabras tuvieron el sabor a la verdad
e imaginé a Amón Ra sonriendo dichoso
al descubrir que la despedida del sol
es la más hermosa de las despedidas.
La ausencia de la nada
Jugar con las palabras para ahogar la nada
ese vacío del alma que nos carcome con pereza
y nos pregunta las preguntas sin respuestas
la razón de la tristeza cuando existe la felicidad.
Jugar con las palabras para ahogar la nada
ese instante imperceptible en que todo se transforma
y la alegría se convierte en desazón incontrolado
desgarradora tristeza que antecede al llanto.
Jugar con las palabras para ahogar la nada.
La nada ahogar para jugar con las palabras.
Con las palabras ahogar la nada para jugar.
Ahogar las palabras para jugar con la nada.
Porque cuando la nada se convierta en vos
ya no jugaré con palabras
no intentaré ahogarte
y dejaré de llamarte nada.
Emmanuel Burgueño
Comentarios
es la más hermosa de las despedidas"....
Besos!!!